En todo el mundo, alrededor de 500 millones de personas casi el 8% de la población mundial, tienen hipoacusia o algún grado de pérdida de la audición que pone en peligro su comunicación diaria, por lo que es el trastorno sensorial más común. Alrededor de 1/800 neonatos nace con hipoacusia de grave a profunda. Dos a 3 veces más nacen con hipoacusia menor. Durante la infancia, otros 2 a 3/1.000 niños adquieren hipoacusia moderada a grave. Los adolescentes tienen el riesgo de la exposición excesiva al ruido y de traumatismos craneoencefálicos.
Las deficiencias de la audición en la niñez temprana pueden causar problemas permanentes en las habilidades receptivas y expresivas del lenguaje. La gravedad de la discapacidad se determina por:
•La edad a la que se produjo la pérdida de la audición
•Naturaleza de la pérdida (duración, frecuencias afectadas y grado)
La susceptibilidad de cada niño en particular (p. ej., deficiencia visual coexistente, discapacidad intelectual, deficiencia primaria del lenguaje, entorno lingüístico inadecuado).
Por esto debemos evaluar a todos los niños si se tiene algún tipo de sospecha de que presenta hipoacusia o si presenta atraso en el lenguaje, se deben realizar emisiones otoacusticas, potenciales evocados y/o audiometría y logoaudiometria dependiendo de cada caso en particular.
Muchas personas viven con hipoacusia durante muchos años y se sienten limitados en lo que pueden lograr. Las tareas cotidianas se tornan desafiantes, como cruzar la calle o hablar por teléfono. Pueden decidir perderse actividades y eventos.
El déficit auditivo afecta el progreso del niño en la escuela y, más tarde, su capacidad para obtener, mantener y llevar a cabo una ocupación. Para todas las edades y para ambos sexos, la pérdida de la audición provoca dificultades en la comunicación interpersonal y conduce a problemas sociales individuales significativos, especialmente el aislamiento y la estigmatización.
La hipoacusia puede tener diferentes orígenes, reconocer su causa se vuelve fundamental para el abordaje y tratamiento del paciente. Algunas de las principales causas de hipoacusia son: Congénita; Hereditaria; Sindrómica; Infecciosa; Ototóxicos; Ruido; Presbiacusia.
Dependiendo de la gravedad, las frecuencias afectadas y la etapa de vida en que se manifieste, la hipoacusia puede causar un daño profundo al desarrollo del habla, el lenguaje y las habilidades cognitivas, especialmente si comienza en niños en etapa prelocutiva
La presbiacusia puede ser definida como el conjunto de cambios de las estructuras auditivas centrales y periféricas relacionados al proceso de envejecimiento. Dentro de las causas de hipoacusia en adultos mayores se encuentra la presbiacusia, la otitis media crónica, otoesclerosis, hipoacusia por exposición a ruidos e hipoacusias genéticas, entre otras. Se considera que la presbiacusia es un fenómeno biológico del que ninguna persona puede escapar, comenzando alrededor de los 20 a 30 años de edad y dando sus primeras manifestaciones a los 50 a 60 años de edad. Por este motivo, podría ser considerada como una condición natural que aumenta su prevalencia con la edad.
FACTORES DE RIESGO ASOCIADO
A HIPOACUSIA
•Antecedentes familiares de déficit auditivo.
•Estadía de mas de 5 días en unidad de cuidados intensivos que incluya necesidad de Ventilación Mecanica, respiración asistida, uso fármacos ototóxicos o diuréticos de asa.
•Hiperbilirrubinemia que requiere transfusión.
•Infecciones intrauterinas: TORCH.
•Anomalías craneofaciales incluyendo malformaciones pabellón auricular y CAE.
•Síndromes que involucran alteración de la audición como la neurofibromatosis, la osteopetrosis y el síndrome de Usher.
•Meningitis bacterial o viral.
•Fractura de la base del cráneo o petrosa que requieren tratamiento hospitalario.
•Quimioterapia.
•Otitis media recurrente que persiste por mas de 3 meses.
•Preocupación de los padres en relación a la audición o desarrollo lenguaje del hijo.
El ejercicio es bueno para la audición. La presión sanguínea alrededor de las células del oído es más alta en personas en buena forma física.
Las complicaciones psicológicas más habituales son: vergüenza, culpabilidad e ira; pena; problemas de concentración; preocupación y frustración; ansiedad y desconfianza; inseguridad y autocrítica y baja autoestima/confianza en sí mismo.
En cuanto a las complicaciones sociales las más frecuentes son aislamiento y retraimiento; pérdida de atención; distracción/falta de concentración; problemas en el trabajo; problemas para participar en la vida social; problemas de comunicación; pérdida de intimidad o problemas sexuales.
Respecto a las consecuencias físicas de la sordera puede provocar cansancio; cefalea; vértigo; tensionar la musculatura; producir estrés; problemas de alimentación y/o sueño; problemas estomacales o aumentar la presión sanguínea.
Aparte de estas complicaciones agudas, también pueden aparecer complicaciones crónicas relacionadas con el pánico; fobia social; trastorno compulsivo obsesivo y/o de personalidad; trastorno de estrés post-traumático, así como diferentes tipos de ansiedad.
La mejor forma de evitar todas estas complicaciones y consecuencias que puede tener una hipoacusia mal manejada y con alto progreso es acudiendo a una consulta con tu especialista Otorrinolaringólogo y realizando los estudios auditivos pertinentes para cada caso, con equipos de alta tecnología y eficacia; con los recursos de hoy en día es posible detectar en fases iniciales las alteraciones auditivas, el grado de discapacidad y aplicar las medidas terapéuticas capaces de solucionar el problema y/o iniciar terapia de rehabilitación precoz u adaptación de auxiliares auditivos médicos.
Estamos a la orden para ayudarte en nuestra Unidad de Otorrinolaringología, con personal capacitado, en el Edificio Mis Muchachas, en ElVigía.
Comentarios