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Dr. Francisco E. Angel Especialista en Cardiología y Medicina Interna
Se conoce como Factores de Riesgo a las características o circunstancias detectables de una persona o grupo de personas que se sabe que pueden estar asociadas con un aumento en la probabilidad de padecer, desarrollar o estar especialmente expuesto a una enfermedad; por lo general, los factores de riesgo son comunes a la mayor parte de las enfermedades crónicas y juegan un papel importante en la aparición y cronificación de estas enfermedades.
En general, los factores de riesgo pueden dividirse en factores de riesgo modificables y no modificables. Los no modificables como su nombre lo indica, se refieren a aquellos que no pueden ser modificados, como la herencia, el sexo y la edad, y entre los modificables más importantes tenemos la alimentación, el tabaquismo, el ejercicio físico, la obesidad, la hipertensión arterial, glicemia elevada, insulina elevada y lípidos altos.
Se conoce que las enfermedades crónicas tienen una predisposición hereditaria, lo que implica que los hijos de hipertensos y/o diabéticos por ejemplo, tienen mayor probabilidad de padecer dichas enfermedades que aquellos cuyos padres no son portadores, así mismo, la edad y el sexo, son conocidos como factores que predisponen a ciertas patologías, como es el caso del sexo masculino que tiene mayor predisposición a sufrir enfermedades cardiovasculares que las mujeres pre menopáusicas, condición que cambia cuando las mujeres entran a la edad de la menopausia.
La alimentación, puede ser considerada el hábito más importante para desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas, se ha demostrado que el alto consumo de azucares, carbohidratos refinados, aceites vegetales (a excepción del aceite de oliva, coco y aguacate), alimentos procesados y comida chatarra, predispone al desarrollo de enfermedades cardiovasculares; esto unido al sedentarismo, constituyen los factores de riesgo fundamentales para desarrollar enfermedades crónicas.
Al mejorar la alimentación y agregar ejercicio a su vida, se evitará la obesidad que más que un factor de riesgo, constituye una enfermedad que lleva a resistencia a la insulina, hígado graso y diabetes, además de predisponer a enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Por último, hábitos como el cigarrillo, consumo de alcohol y uso de drogas, son determinantes del deterioro de la salud en todos los aspectos y deben ser evitados a toda costa.
En resumen, practicar hábitos de vida saludable es fundamental para lograr calidad de vida y alcanzar una edad avanzada sin limitaciones importante. Si ya hay patologías, como diabetes e hipertensión, los cambios en el estilo de vida han demostrado que pueden hacer revertir las enfermedades que creíamos crónicas y que nos acompañarían para toda la vida.
Los invito a llevar una vida saludable y no dejar de visitar a su médico, para lograr detectar los factores de riesgo que pueden estar amenazando su salud y cambiarlos a tiempo.
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